Este
año se va a convertir en un recuerdo a tantas personas que se han ido, a la
lucha común, al esfuerzo. A quizá un valor interno que no habíamos encontrado,
a momentos de silencio y encuentro personal, que a unos les ayudará a crecer y
otros odiarán. Pero si no sabemos estar con nosotros mismos, no habrá un lugar
en donde podamos ser felices. Podríamos haber encontrado la fórmula para
enriquecernos juntos, si no fuese por los políticos y sus secuaces,
conspiradores de 💺 asientos en el congreso.
Han ensuciado la labor de todos los que trabajan en la sanidad, creando bulos
y siendo sentenciadores de lo ajeno. Gente que incumple normas y que, lejos de
agradecer el esfuerzo de otros, lo manchan, cuando
precisamente eso es lo que nos ha salvado la vida a muchos más, que los
que ya se han ido.
Gracias por tanto. Es una palabra
tan sencilla que yo misma, como persona, dedico a nuestros sanitarios y no
sanitarios, que han estado ahí, mano a mano y cara a cara con los enfermos.
Esa es la verdadera y única realidad. La del sudor por las batas y mascarillas,
la del cansancio, la realidad de no ver a sus hijos y padres, de no tener más
que una pantalla para decir, te quiero. No sé si es España o es así en todo el
mundo, que la ira y la hipocresía es la receta de algunos para sobrevivir, boca chanclas que
crean huracanes y contagian a paletos y malencarados.
No suelo hablar así, porque siempre
he preferido expresarme en positivo, es mi yo interno. Pero a veces hay que
dejar que nada se reprima, y que seamos claros con nuestras opiniones y no
andemos con medias tintas.
Prefiero un tintero para crear palabras a corazones 🖤 negros.
¿Seríais capaces de dejar de crear
ira y mentiras, seguir las indicaciones para protegeros, protegernos, y que un
día esto sólo sea un recuerdo? Aunque sea por los que ya no están. Gracias :)