Una de las experiencias más importantes que nos dejó el maestro Neville, para que entendiéramos el poder de la visualización en nuestras vidas, es el ejercicio de la escalera. Una práctica sencilla para que sepamos como funciona esta "magia", que en realidad es algo muy sencillo al alcance de todos. Lo explicó en una de las charlas que daba y yo lo voy a plasmar aquí, muy clarito, para que se entienda, ya que he visto en grupos de facebook que la gente no acaba de comprenderlo del todo, y os voy a decir como yo lo llevé a cabo. Tengamos en cuenta que al hablar de visualizar, ya sabemos un poco de que va el tema. Atraer aquello que queremos, creando una imagen vívida en nuestra mente, en la que estamos en primera persona, osea, lo vemos desde nuestros propios ojos (no nos vemos a nosotros) y alguien nos felicita por eso que "ya hemos logrado" (visualizamos desde el final con el deseo ya conseguido) y siempre dándole una emoción real. Luego soltamos la imagen pero mantenemos todo el tiempo la sensación de logro. Os aconsejo que si no entendéis de que hablo leáis algo sobre visualizar para conseguir las metas.
Pasando a lo que sería la práctica de la escalera, que durará tres días, ponemos atención. Decía Neville que una forma de comprobar que la visualización funciona, es repetirnos durante varios minutos, "no voy a subir ninguna escalera". Y acto seguido, cerrar los ojos, y entrar en meditación, si puede ser profunda mejor, en fase alfa. Pero si no tenéis experiencia, no os desesperéis, intentad una simple relajación. En ese estado, veros subiendo una escalera, durante dos o tres minutos, o más. Y así tres días ¿Queda claro? En voz alta si puede ser o mentalmente decís: "No voy a subir ninguna escalera", y en visualización os veis subiéndola. Os aseguro que acabaréis subiendo aunque tengáis un propósito firme de no hacerlo. Lo que se tiene en la mente gana la partida a lo que se dice. Sea bueno o malo.
"A lo que te resistes persiste", Carl Jung.
Ahora alguien pensará: "pero yo tengo que subir escaleras todos los días". Pues a echarle imaginación. También yo. Entonces la sustituimos por otra prueba. Yo lo hice con algo tan sencillo como dar palmas. Y resultó. Me repetía, "yo no voy a dar palmas" y me veía dándolas. Entonces al tercer día y convencida de no darlas, estaba recibiendo un curso online en el que en uno de los ejercicios había que dar palmas. Al principio no me di cuenta, pero luego reaccioné y me dio la risa. Es impepinable. No es casualidad, es causalidad. Entonces ¿vas a practicar? Si queréis me contáis el resultado y si queréis preguntar algo, aquí estoy. Daros cuenta de lo importante que es gobernar nuestros propios pensamientos. Y no es un lavado de cerebro, es una técnica para mejorar la vida. Gracias :)
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Yolanda Del ©